Primera quincena de Junio de 2011. Barcelona. Montanyans 1 (Bº La Ribera)
Los primeros pasos de un padre primerizo son siempre patosos y poco precisos. Por suerte los bebés, aunque no tienen paciencia, tampoco se enfadan con quien los cuida (en eso son listos desde el primer día) y por eso dan mucho juego: las risas se mezclan con los llantos, los momentos de calma y tranquilidad con otros de prisas y nervios. Si, además, tienes abiertas las ventanas que dan a la calle, conforme avanza la mañana los sonidos de la gente que pasa, de los niños jugando en el parque, los pájaros, los ruidos de los comercios (como la sierra cortadora de la carnicería de abajo), los silbidos, el móvil que una vecina tiene en su balcón, las campanas, las sirenas, los ladridos del perro del vecino (entre otros), van configurando un flujo sonoro continuo que mezcla sonidos públicos y privados, articulados y simples, ambientales y de actividades concretas, con significado y anecdóticos... y todo aderezado con algo de música y algunas incursiones televisivas. Al final se forma un totum revolutum que nos envuelve y nos acompaña en nuestro día a día, prestemos o no atención ; lo aprovechemos o no.

Bailar, mamar, dormir... (2/6)




No es mal recurso el de la música y para eso enciendo el ordenador, pero, evidentemente, es más importante poner agua en el calientabiberones y ya después, la música...
A pesar de la rabia por el olvido del agua, los gritos de Alea en mi oreja y los nervios, consigo dejarlo todo listo y, por fin, poner la música para bailar... Eso sí que la relaja y hasta parece que se olvida del hambre que hace un minuto parecía torturarla.
“Como e duro travalhar” de Vinicius de Morais es la primera canción de mi recopilatorio del autor y, con paso lento y marcando el contratiempo con golpecillos en el paquete de Alea, nos movemos por la habitación.

(03:40) Cuando el agua empieza a hervir le doy unas vueltecillas a(l biberón para que el calor de la superficie llegue al interior del líquido de la vida (la leche materna) y con la señal acústica de aviso del calientabiberones... unas vueltecitas más... 

(04:05) Me siento en la silla de oficina que hay en la sala... y a mamaaaar...
Es un momento crucial... si no mama tranquila... y a su ritmo... quien sabe...
La recopilación particular de canciones de Vinicius es su sintonía habitual de primera hora de la mañana. Creo que le gusta (o lo quiero creer) y se la pongo casi cada día. A mi me gusta porque se puede bailar más intenso y rítmico o más suave y cadencioso y no impide quedarse quieto, sentado... para darle de mamar, como ahora; por eso creo que nos va bien. También nos aisla de los ruidos del exterior que prácticamente desaparecen enmascarados.
Ella, si he de fiarme de su respiración y los chupetones que le da a la tetina, también parece relajada y tranquila... Los críos se adaptan a todo y a ti te parece que les gusta.
Me remuevo en la silla de oficina que tengo en la sala, porque ella no parece estar incómoda pero mi brazo y mi espalda se van cargando...  Conforme va terminado el biberón, sus ojos se van cerrando suavemente y, aunque ella hace algún intento por mantenerlos abiertos (parece que los párpados son de hierro y las pestañas de plomo), finalmente, cede...

(09:20)Con Alea completamente dormida, me levanto de la silla y la recuesto en el sillón, sobre su manta, para que duerma un rato.
Yo aprovecho para hacerme un café que me despierte y darle un vistazo al canal 24h de rtve... La Cospe en su toma de posesión como nueva Presidenta de Castilla la Mancha o algo así...(la que nos espera). Alea se remueve (espero que no pueda interpretar ni recordar a esta petarda) pero no se despierta...

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